La inteligencia límite es un término que se usa cuando una persona tiene ciertas limitaciones en su funcionamiento mental y en el uso de habilidades tales como comunicación, cuidado personal, y destrezas sociales. Estas limitaciones causan que el niño aprenda y se desarrolle más lentamente. Los niños con inteligencia límite pueden necesitar más tiempo para aprender a hablar, caminar, cuidado personal, como vestirse o comer. Están propensos a tener problemas en la escuela. Los niños con inteligencia límite aprenderán, sí, pero necesitarán más tiempo. Es posible que no puedan aprender algunas cosas.
- Dificultades desde el inicio de curso. Conforme avanza el curso, las dificultades son cada vez mayores por la exigencia del nivel de enseñanza y los pequeños carecen de menos estrategias resolutivas, lo que puede llevar a no superar con éxito el curso académico, si no se pone remedio desde el principio.
- Insatisfacción con profesores y otros compañeros. Pese a que la mayoría de los alumnos con inteligencia límite guardan un buen recuerdo de su etapa escolar, cuatro de cada diez aseguran que durante los años de estudiantes su nivel de insatisfacción fue elevado (alrededor del 40%) y casi en la misma proporción (41,80%), los padres afirman que sus hijos guardan un mal recuerdo motivado por el currículum y el trato con los compañeros.
- Suspensos y repeticiones de curso. El fracaso y abandono escolar son frecuentes entre los alumnos con inteligencia límite. Casi dos de cada diez repiten o abandonan la escuela antes de cumplir 16 años y seis de cada diez no completan la ESO. Quienes sí superan esta fase revelan grandes dificultades «cumpliendo parcialmente los objetivos de la etapa educativa».