Psicología en los tiempos del COVID19
Psicólogo General Sanitario Sexólogo y Terapeuta de Pareja
Contacto:
clementecasado17@gmail.com
Consejos para afrontar el aislamiento
Durante estos días se están poniendo en marcha una serie de medidas para intentar frenar el avance del COVID-19: aislamiento, cuarentena, higiene...
Se trata de una situación excepcional y no sabemos cuánto tiempo vamos a estar así. Nuestras vidas han dado un vuelco y debemos hacer frente a la incertidumbre mientras las rutinas diarias se han roto y nos vemos encerrados en casa con demasiado tiempo por delante. Nuestra tendencia es comportarnos como cualquier otro domingo y hacer durante todo el día lo que haríamos como si estuviéramos de vacaciones. En un primer momento nos encanta, pero al tercer día estamos ya hartos, agobiados y aburridos.
Además, si no llevamos cuidado, podemos desarrollar rutinas que dificulten nuestra vuelta a la normalidad una vez todo acabe.
Para evitar que esto suceda, y que la ansiedad, el miedo y el aburrimiento se apoderen de nosotros, lo primero es entender que nuestra salud es lo más importante, y no solo nuestra salud física, sino también nuestra salud mental.
Creemos que la prevención es fundamental en estos momentos, por eso os vamos a dar una serie de consejos para pasar estos días de aislamiento y sobrevivir en el intento.
12 pasos esenciales...
Relájate
Mantén el sentido del Humor
Reconoce tus emociones y acéptalas
Expresa tus emociones
Soluciona los conflictos
Pide ayuda
Mantenernos ocupados y concentrados en otras actividades nos ayudará a no estar pensando todo el tiempo en el COVID-19, a reducir la ansiedad y a normalizar la situación.
Aprovecha el tiempo para aprender, divertirte, trabajar, relajarte...
Crea una rutina y organízate
Programa tu día igual que harías normalmente, mantén tu rutina en la medida de lo posible, y no dejes todo a la improvisación. Esto nos ayudará a no generar malos hábitos, de forma que, una vez todo acabe, la vuelta a la normalidad sea más fácil. Para ello:
• Plantéate qué necesitas o quieres hacer cada día: trabajo, estudio, leer, limpiar...
• Márcate uno horario destinado a cada actividad.
• Procura que sea una rutina saludable, con variedad de actividades para evitar la monotonía y la repetitividad.
Mantén tu ciclo de sueño
El cuerpo se acostumbra a un ritmo de sueño-vigilia. Si de repente empezamos a dormir +12h, a levantarnos a las 13h o a acostarnos a las 5 de la mañana, acostumbraremos a nuestro cuerpo a ese ciclo, y cuando tengamos que volver a la rutina normal, se puede hacer muy cuesta arriba.
No importa si aprovechamos para levantarnos un poco más tarde o tardamos un poco más en irnos a dormir, la clave es intentar mantener un ciclo parecido, y no generar cambios bruscos que nos puedan pasar factura.
Arréglate
Cuando te levantes, cámbiate, lávate la cara, dúchate... Haz todo aquello que normalmente harías antes de ir a trabajar. No importa si la ropa que te pones es de calle o estar por casa, la clave es mantener la rutina de quitarnos el pijama y ponernos en marcha, enviarle el mensaje a nuestro cerebro de “empieza el día”. De forma inconsciente le hacemos entender que, dentro de la nueva situación, sigue habiendo un orden.
Haz ejercicio
Ahora que nos pasamos el día en casa, es más importante que nunca hacer ejercicio. No importa tu edad, ni qué ejercicio hagas: muévete.
Destina parte de tu tiempo a andar por casa, a hacer rutinas de ejercicio, subir escaleras... Son muchos los beneficios que el deporte tiene en nuestro cerebro en condiciones normales, pero en esta situación excepcional cabe destacar que el ejercicio estimula la producción de endorfinas, dopamina, oxitocina y serotonina, una serie de hormonas y neurotransmisores que, entre otras cosas, mejoran nuestro estado de ánimo, aumentan la felicidad, alivian el estrés, disminuyen la ansiedad, y reducen los estados depresivos.
¡Perfecto para hacer frente al aislamiento!
Socializa
Debemos permanecer aislados físicamente, no socialmente.
Hoy en día contamos con grandes avances tecnológicos que nos permiten permanecer conectados: llamadas telefónicas, videollamadas, whatsapp... Es el momento de contar con la gente y no estar solo, de recuperar esa conversación pendiente, de recurrir a un amigo o una hermana. Vivan con nosotros o en la distancia, socializa.
¡Que el estar lejos no sea una excusa para no estar juntos!
Relájate
Hablamos de relajación muscular, técnicas de respiración, meditación o mindfulness entre otras. Por lo general son técnicas que requieren de cierta práctica para sacar su máximo potencial, pero permiten obtener beneficios a corto plazo, y la situación actual es perfecta para empezar a entrenarlas.
Dedica parte del día a intentar relajarte.
En ocasiones, si la ansiedad es elevada, alcanzar un estado de relajación y calma puede ser difícil, pero hay muchas técnicas útiles para facilitar lograrlo.
Mantén el sentido del humor
Pese a la situación, no hay que perder el sentido del humor. El buen humor es una estrategia perfecta para protegernos del miedo y hacer frente a la ansiedad... Y gracias a la creatividad de muchos, internet está inundado de memes y chistes con los que pasar un buen rato ente risas.
Reconoce tus emociones y acéptalas
En momentos de tensión y de incertidumbre, es normal sentir miedo, ansiedad o estar más irascible. Sentimos que la situación nos supera y que nos faltan vías de escape, lo que nos lleva a estar mal con los demás y con nosotros mismos. El primer paso es comprender por qué estamos así, reconocer que podemos estar tristes o apagados. El segundo paso es aceptar que no somos así, sino que en estos momentos nos encontramos así, sin culpar a nadie ni a nosotros mismos, es un estado puntual.
Estos dos pasos nos van a ayudar a plantearnos la situación como la casilla de salida de una carrera: “este es mi punto de partida, ¿ahora qué?”.
Expresa tus emociones
Un paso importante es compartir cómo nos sentimos con la gente que nos rodea, del mismo modo que debemos escuchar y aceptar cómo se sientan los demás. Comprender cómo nos encontramos, nos ayuda a entender por qué hacemos lo que hacemos, y facilita tanto ofrecer ayuda como recibirla.
Además, verbalizar nuestras emociones nos ayuda a comprender nosotros mismos como nos sentimos y a relajarnos. Si no hablamos de estos temas y nos lo guardamos para nosotros, vamos acumulando tensión de forma gradual, hasta que estallamos.
No tenemos más remedio que permanecer juntos dentro de casa, evitar estas situaciones aumentará el bienestar y facilitará la convivencia.
Soluciona los conflictos
- No dejes pasar las cosas, hablad del tema
- Se asertivo
- No grites
- Escucha
- Acepta que una misma situación tiene diferentes puntos de vista, y que ninguna es mejor que otra.
- Intenta entender al otro
- No quieras tener siempre la última palabra
- Muchas veces no es lo que decimos, sino cómo lo decimos
- Presta atención al momento y al lugar; puede que merezca la pena dejarlo y retomar la conversación más adelante
Pese a intentarlo todo, los roces durante la convivencia se dan, y más aún en una situación de aislamiento. No es extraño que aumenten, así que realizar una buena gestión de estos conflictos es fundamental para mantener el buen ambiente en casa. Son muchas las herramientas que tenemos para trabajar la solución de conflictos, aquí os dejamos unos pequeños tips.
Pide ayuda
Aún con todo, puede llegar un punto en el que la situación nos sobrepase y necesitemos ayuda.
Si eso sucede, no dudes en pedir ayuda.
En caso de que con tu círculo cercano no sea suficiente, recuerda que hay muchos profesionales de la salud que trabajamos para ayudar a encontrar las mejores formas de afrontar la adversidad, y las terapias psicológicas online son una gran alternativa ahora que permanecemos aislados.
¡¡Mucho ánimo!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario